Síguenos

Firmas

Bienvenido verano, por @aguedabayarri

Publicado

en

Águeda Bayarri

Escribía en el último post que junio estaba siendo un mes raro, pues digamos que acabó así, raro, diferente, pero genial. Es la prueba de que nada es para siempre y de que las circunstancias y la vida te sorprenden y en mi caso, ha sido para muy bien. Y aunque yo no sea muy de verano, de estar vuelta y vuelta en la playa y no soporte demasiado el calor…reconozco que me gustan los días largos de esta estación del año, las escapadas, las vacaciones y que todos estamos más predispuestos a quedar, a hacer deporte, a salir a » tomar algo», como se diría coloquialmente, a hacer más calle. Y así ha empezado mi verano.

Con una escapada a Cantabria, al fresco, al aire, a la montaña, al mar, a descansar, a comer, a ver y a dormir. A visitar y a aprender. Han sido cinco días intensos pero cortos, un viaje que sin dura repetiré para disfrutar del Cantábrico, de sus paisajes, su verde, su azul, su comida y su gente. Además, en la Posada la Cotía, me he sentido como en casa.

Pues una vez cargadas las pilas, me fui directa a Boadilla del MonteMadrid, donde mi amiga Jose recogía la Antena de Plata que concede la Asociación de profesionales de radio y televisión de Madrid. M. José Sáez, la presentadora del informativo del Buenos días en Antena 3. Pues me encantó. Y si ya venía llena de Cantabria, en Madrid estaba que rebosaba de alegría. Allí, donde mi principal tarea fue la de aplaudir desde mi butaca del Auditorio con mi amiga Rosa Salom. Rosa y yo somos amigas desde la Universidad, la primera amiga en » emigrar » a Madrid y en abrirme su casa. La distancia nunca ha sido un problema para mantener el contacto, contarnos nuestras historias y darnos apoyo moral porque ambas somos tremendamente realistas y positivas. Pues allí estábamos las valencianas con Antonio, marido de Rosa, y con el resto de la expedición de la terreta, los padres, tíos, la hermana y Agus, el novio de la protagonista, aplaudiendo sin parar para pasar de la alegría al llanto de emoción. 

A Jose le entregó el premio Albert Castillón, copresentador del programa del Espejo Público, y en el discurso de agradecimiento, no pudimos parar de llorar. Nos emocionamos muchísimo, se lo dedicó a todos, no se olvidó de nadie. Compañeros, amigos, familia, las personas que se ven y las que no se ven en la tele y a todos los que se despiertan todos los días con las noticias que nos cuenta ella. Fue fantástico compartir esos momentos de alegría como amiga, un privilegio.

Y como no acabar este post con Paqui y a Inma, las que siempre están. Física y virtualmente, nosotras nos entendemos. Juntas empezamos el verano en la Fiesta del Hotel Astoria en Valencia. Fantástica. Con temática del oeste e inaugurando su terraza para este verano. Las vistas de la ciudad son espectaculares. Tomar un aperitivo, una comida o un café en este espacio, se convierten en un plan necesario.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Firmas

Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor

Publicado

en

Cuidar madre Alzheimer
Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor-FREEPIK

En el torbellino de nuestras vidas, donde cada día parece traer consigo nuevos desafíos y responsabilidades, a menudo nos encontramos luchando por equilibrar nuestras vidas personales y profesionales. Pero ¿qué sucede cuando ese equilibrio se ve eclipsado por una realidad implacable? ¿Cómo lidiamos con el impacto emocional y psicológico de ser cuidadores de un ser querido con una enfermedad tan devastadora como el Alzheimer?

Esta es la historia de una periodista apasionada que, entre entrevistas y artículos, se enfrenta a una batalla mucho más íntima: la lucha diaria de cuidar a su madre, quien lenta pero inexorablemente se desvanece en las garras de la enfermedad de Alzheimer.

Para ella, cada día es un viaje emocional plagado de altibajos. Desde los momentos de lucidez y conexión con su madre hasta las dolorosas luchas para recordar quién es ella misma, cada momento está marcado por una mezcla de amor incondicional y dolor impotente. Es una montaña rusa de emociones, donde la alegría y la tristeza se entrelazan en un baile constante.

Su vida como periodista le ha enseñado a mirar más allá de las apariencias y a buscar la verdad en cada historia. Y en este viaje junto a su madre, encuentra una verdad más profunda: la importancia de la empatía, la compasión y el amor incondicional. A medida que navega por los desafíos diarios del cuidado, descubre una fuerza interior que nunca supo que poseía.

Pero no todo son lecciones y momentos de claridad. Hay días oscuros, días en los que el peso del cuidado parece demasiado grande para soportarlo. Días en los que la frustración y la impotencia amenazan con abrumarla. Sin embargo, incluso en esos momentos más oscuros, encuentra consuelo en la gente que la rodea. Amigos y familiares se unen para ofrecer apoyo y comprensión, recordándole a ella y a su hermana que no están solas en este viaje.

A medida que el Alzheimer avanza implacablemente, ella se enfrenta a una dolorosa verdad: la inevitabilidad de la pérdida. Pero también encuentra consuelo en el conocimiento de que el amor trasciende las barreras del tiempo y la memoria. Aunque su madre pueda olvidar su nombre y sus rostros, el amor que sienten el uno por el otro perdura, inquebrantable e indestructible.

La historia de esta periodista es una historia de amor. Un amor que desafía las limitaciones del tiempo y el espacio, un amor que persiste a pesar de las pruebas y tribulaciones. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, el amor es la fuerza que nos sostiene, la luz que guía nuestro camino. El amor que vio crecer en su casa día a día, sin interrupción.

En medio del día a día, es fácil perder de vista lo que realmente importa. Pero esta historia nos recuerda que, en lo que de verdad importa, son las conexiones humanas y los lazos de amor los que nos sostienen en los momentos más difíciles. Y en el poder cuidar de su madre con Alzheimer, encuentra no solo una prueba de su amor, sino también una lección de humanidad y compasión que nunca olvidará.

SRA

Continuar leyendo